La emergencia sanitaria no es solo un tema de salud pública. La contingencia del COVID-19 afecta al empleo, la política y la sociedad.
Para los tiempos difíciles que vienen debemos estar prevenidos. En este escenario, el blindaje de autos se presenta como una necesidad de la nueva normalidad. Conoce los porqués:
El problema del desempleo
Los desastres naturales siempre han tenido consecuencias en México. En estos períodos, los asaltos aumentan. Durante los próximos meses hacer compras, dejar a los niños en la escuela, visitar a la familia o, incluso, ir a la universidad puede ser un peligro, excepto para los vehículos blindados.
Los delincuentes aprovechan que el Estado está atendiendo la contingencia y por eso el índice de homicidios y robos ha aumentado.
Delincuencia en México
El 20 de abril se cometieron 114 homicidios, la cifra más alta del año y la segunda más alta de este sexenio. La venta de fármacos y sustancias prohibidas en Estados Unidos cayó y los insumos químicos de China para fabricarlas dejaron de llegar a México. A la par, el contrabando ahora es más difícil en la frontera y los precios de los productos ilegales han aumentado.
Efectos posteriores
Como hay pocos ingresos económicos provenientes de la exportación de sustancias ilegales los delincuentes en nuestro país recurren a la extorsión, robo a mano armada y secuestros, entre otros delitos. El impacto a largo plazo de la contingencia traerá violencia por parte del crimen organizado.
La cuarentena extendida está generando impactos perversos en la seguridad ciudadana, ya que las acciones de individuos y grupos del crimen organizado se adaptan y evolucionan con nuevas modalidades delictivas.
Los delitos de alto impacto no disminuyen: por el contrario, aumentan. Así sucede con el robo de transporte de carga de distintos contenidos, o del combustible con el ingrediente adicional de la violencia. Eso sin contar con la guerra que libran entre sí los distintos grupos del crimen organizado. Los ciudadanos reciben impactos directos e indirectos de tales acciones con desesperación, zozobra e incertidumbre.
¿Y qué sucede con los vehículos?
Como las personas están aisladas, el riesgo de robo de vehículos es mayor, tanto de coches ligeros como de transporte público. Muchos de estos autos se encuentran en la calle, donde están expuestos a la delincuencia.
Robo a transporte de mercancías en aumento
Por otra parte, el robo de transporte de carga es alarmante. Los grupos delictivos están sustrayendo las cargas para reventa, sobre todo cuando se trata de bienes sensibles como alimentos de la canasta básica, artículos de limpieza e higiene, medicamentos, tenis, ropa y marcas de lujo. Existe un mercado negro de estos artículos en escasez.
¡Blindaje automotriz, la alternativa para el futuro!
Actualmente, la tranquilidad es una necesidad y tal parece que los autos blindados están convirtiéndose en el medio para conseguirla.
El blindaje de vehículos de transporte de mercancías es una opción para resguardar la seguridad de los choferes y las mercancías. Por otra parte, el blindaje de camionetas y vehículos de Nivel III es una opción para los civiles que desean evitar preocupaciones por el clima de inseguridad.
Existen personas que no se atreven a garantizar su tranquilidad porque consideran que el blindaje puede ser muy caro. Sin embargo, el mercado mexicano está ofreciendo opciones asequibles de blindaje, perfectas para evitar ataques urbanos.
Las personas que viven en ciudades grandes como Guadalajara, Monterrey o la Ciudad de México necesitan soluciones que brinden tranquilidad. La nueva normalidad plantea retos para ti y para tu familia, pero ahora cuentas con opciones de blindaje que te ayudarán a enfrentarlos.